miércoles, 1 de enero de 2003

Crimen sin apariencias

CRIMEN SIN APARIENCIAS.

 

 

 

 

El pasado 21 de enero de 2010 un conocido asesino acabó con la vida de un joven que discutió con él por unos arañazos en el coche, el autor del crimen sacó una pistola y sin pensárselo dos veces disparó al joven que murió en el acto, después se dio a la fuga. De camino a su casa en un barrio más o menos aislado de Miami Rubén Wilmer sintió un golpe en la cabeza, otro en la espalda, en el cuello y de nuevo en la cabeza, que le produjeron la muerte. Ala mañana siguiente se había informado a la policía de la presencia del cadáver, todo genero mucha expectación a la que acudió multitud de gente. La clave del suceso estuvo cuando la policía se dispuso a rastrear la zona con perros adiestrados, la sorpresa estuvo en que todos los perros después de olfatear el lugar se dirigieron a una persona de entre la multitud, un joven de dieciocho años llamado James Hidson, la policía lo detuvo y lo condujo hasta la comisaría donde el acusado llamó al abogado y a sus familiares. El chico que ya era poseedor de una de las muchas empresas familiares pagó una fianza que le permitió no quedarse en comisaría por mucho tiempo, justo al salir cogió su teléfono móvil y aconsejado por sus familiares llamó al mejor abogado de la ciudad. Al encontrarse con su abogado este y su cliente hablaron durante dos o tres horas hasta que el joven se decidió y aconsejado por su abogado confesó ser el autor del crimen. James amigo del joven asesinado, la noche antes, se decidió a vengar a su amigo. Tras un largo juicio realizado una semana más tarde, james Hidson quedó en libertad y solo tuvo que indemnizar a la familia del difunto. James consiguió un juicio tan favorable gracias a una convincente declaración del joven que además se encontraba en estado ebrio, a la gran actuación de su abogado y a que el juez consideró por sus expresiones forma de hablar y problemas anteriores con el difunto que el acto del joven podría ahorrar otros crímenes posteriores. De todas formas James se hubiera ahorrado pagar la fianza, que por otro lado no le supuso un gran esfuerzo debido a su genial situación económica, pero sobre todo se hubiera ahorrado el juicio y todo el proceso judicial de no haber aparecido de nuevo en el lugar del crimen que además hizo oliendo todavía a alcohol.

 

 

 

                                                        

 

 

 

                                                         Luis Columna Hidalgo. Nº 4. 3º ESO B. 23/04/2010.