domingo, 4 de noviembre de 2012

SOLEDAD

 Hola soy María, tengo 18 años y no encuentro sentido a mi vida. Llevo un año entero vagando por la calles de Barcelona; llueva o haga sol, solo sé que no se nada.
¿Queréis saber por qué? Os lo explicaré…
Un día cualquiera, me desperté y vi esos estantes vacíos donde deberían haber medallas, trofeos y diplomas; Entonces me di cuenta de que esos estantes llenos de polvo representaban mi vida, es decir, no había conseguido nada.
Bajé las escaleras y me dirigí a la cocina, pero no estaban mis padres, solo una taza de café frio con un pos-it pegado que decir ''Cariño, te dejo el café hecho, desayuna y suerte con el examen'' No tenia ganas de hace nada pero tenia que hacer el examen más importante en mi vida hasta el día de hoy, La selectividad. Cogí el autobús y me dirigí a la universidad  con las manos sudorosas y la cabeza en otro sitio. Entré en la sala y había por lo menos quinientos chicos matándose por sacar un cinco; repartieron el examen y me bloqueé, no podía pensar y menos concentrarme en una cosa tan difícil. Cogí mis cosas y me fui, no podía hacerlo, sentía como si no tuviera fuerzas para hacer nada.
Abrí la puerta de casa y estaban mis padres en el salón, Ni siquiera me pare a saludar; subí a mi habitación, cogí el bolso en que metí la blackberry, mis ahorros y el D.N.I, Salí sigilosamente.
Posiblemente a día de hoy, el ultimo recuerdo que tengo de mis padres es el post-it de mi madre; no se si algún día volveré pero por ahora soy feliz durmiendo en cajeros automáticos y visitando las ciudades a mi aire.
En definitiva lo último que me queda por decir es:
''No es más feliz el que tiene, si no el que menos necesita''.
 Autora: Luisa Moreno Morales; nº23.