miércoles, 5 de mayo de 2010

CAMBIO RADICAL

Era una tarde de verano, el sol azotaba las calles, y por una de ellas paseaba Rubén, un alegre chaval. Su vida en casa no era demasiado fácil; sus padres se acababan de separar y ahora vivía con su madre. A pesar de la situación era un niño responsable, aunque a veces le podía su nerviosismo.

Aquella tarde se disponía a ir al campo de fútbol de la ciudad, donde seleccionaban a los chicos que formarían el equipo. Rubén fue finalmente seleccionado y eso le dio ánimo para empezar una nueva temporada y un nuevo curso en el colegio.

Junto con su madre llevaba a cabo los preparativos para el "nuevo año", el verano estaba por finalizar.

El curso comenzó y en sus primeros días, todo parecía ir bien. Sin embargo, esas circunstancias se pusieron en su contra. Pronto, Rubén no se conformaba con todo eso y quería más. Su carácter comenzó a cambiar, aparecieron las primeras malas notas y su equipo iba de mal en peor. Su madre no entendía ese cambio y nunca había discutido tanto con él.

En uno de sus enfrentamientos Rubén decidió marcharse de casa. Todo iba mal.

Rubén permaneció un par de días a la intemperie y su madre se moría del miedo a que a su hijo le pasara algo malo. Al chico le había podido la situación y tardó muy poco en darse cuenta de su error.

Cada paso que daba le alejaba más de su casa y decidió rectificar y afrontar los hechos con valentía. Fue muy difícil para él y su madre volver a la rutina diaria, pero con ayuda lo consiguieron.

Rubén había vivido una experiencia muy dura y estaba muy arrepentido, pero en el fondo ésta le había servido para entender que ese cambio había hecho empeorarlo todo y que debía volver a ser ese chaval alegre y responsable.

La relación con su madre volvió a ser lo que era y el hecho quedó olvidado: se querían demasiado.

En el colegio todo volvió a ir bien; las buenas notas, los amigos. La misma situación se daba en el equipo donde esa alegría contagiaba a sus compañeros y el grupo funcionaba mucho mejor.

Con esta situación Rubén aprendió a que cuando uno tiene lo que quiere, hay que esforzarse por cuidarlo. Asimismo el chico se hizo más fuerte ante las adversidades y se enfrentó con valentía a la situación.
 
 
Miguel Ángel Masegosa Puertas