miércoles, 9 de octubre de 2013

DE TODO SE APRENDE


Había una vez una niña muy caprichosa, llamada Rosa, que vivía en Roma. Tan caprichosa era, que siempre que quería algo lo conseguía, no importaba lo que le costase pues ella a las horas de pedirlo, ya lo tenía en su habitación.

La primera vez pidió un móvil, la segunda; una moto (ya que tenía dieciocho años y quería aprender a conducir) y la tercera era... ¡un caballo!
Sus padres le compraron lo que quiso, pero no le dijeron que por regalarle todo, las cosas ya no les iban muy bien. Como ella no lo sabía, siguió y entraron en deudas. Entonces un día Rosa preguntó:

- Rosa: ¿Qué os pasa? Últimamente no os veo muy felices...
- Padre: No podemos gastar más. No tenemos suficiente...

Y ella se fue a la calle pensando en como se había portado. Y volvió con una respuesta.

- Rosa: Papá, mamá, no os preocupéis. Vendí las cosas y he encontrado trabajo.



Escrito por Helena Sáez Osorio nº13 3ºB