Esto era una familia, formada por un padre que estaba muy enfermo, Óscar, al cuidado de sus dos hijos de 9 y 11 años, Daniel y Ana.
Llegó un momento, en el que el padre ya no tenía fuerzas para seguir cuidando de sus hijos y como la madre no quería saber nada de ellos, ya que varios años antes los había abandonado, los niños se tuvieron que ir a vivir a Londres con su abuela, Encarna.
Ya en Londres conocieron a su abuela, a la que no le hacía mucha gracia la idea de tener que cuidar de sus nietos. Al principio todo eran peleas, sobre todo con Ana, la hermana mayor, del tipo:
- ¡Recoge la mesa!
- ¡No me da la gana!
- Pues ahora mismo lo haces, porque te lo mando yo.
- No lo voy a hacer porque tú no me mandas, ni eres nadie en mi vida ni lo seras nunca.
Poco a poco la cosa se fue calmando, aunque a ratos discutiesen. Esta situación se repitió, hasta que un día Daniel volviendo del colegio, se desmayó en mitad de la calle.
La abuela y la niña, al ver que Daniel no volvía salieron apresuradamente a buscarlo, cada una por su propia razón, Encarna porque la denunciaran y Ana que a su hermano le hubiera pasado algo. En el largo camino de búsqueda ambas se dieron cuenta que si colaboraban lo encontrarían antes y así, colaborando lo encontraron y ya no se volvieron a pelear.
Redactado por: Margarita Rodríguez Cerrudo 3B Numero 5