martes, 15 de octubre de 2013

MISTERIO SIN RESOLVER



Corría el año 1614, una tarde en el antiguo Egipto, el famosísimo explorador italiano Franchesco Picolini, se metió en una de esas oscuras y polvorientas pirámides.
El curioso explorador, engullido por aquella pirámide, llegó a  una de esas engañosas trampas .Él se creía muerto, porque no encontraba  la forma humana de salir, cuando ya creía todo perdido, se apoyó en una pared y se movió ligeramente. El explorador estuvo a punto de fallecer, aunque estuviera al borde del abismo, salió de aquella trampa en perfectas condiciones.
Miró a su alrededor y siguió caminando y caminando…Cuanto más caminaba más creía que pasaba por el mismo sitio .Dejó de caminar, se paró perplejo, asustado, quieto como una estatua y por segunda vez se apoyó en la pared…Pero esta vez no ocurrió nada de nada, aunque observó en la pared como unos símbolos, el texto era ilegible.
Sopló en la pared estrecha y se encontró unos símbolos egipcios muy raros, por suerte  tenía un libro con lo que pudo traducir esos extraños jeroglíficos, esto es lo que ponía: Si las riquezas del dios Ramsés, tú quieres encontrar, por todos lados puertas encontrarás, mas sólo tú la verdadera hallarás, con el ojo de la verdad.
-Franchesco ¡Anda pues yo se dónde encontrar ese ojo!
-Desconocido. Si quieres seguir con vida no entres en mi cámara funeraria.
-Francchesco ¿Quién ha dicho eso?
Franchesco  vio un pequeño destello de luz, salió corriendo de la pirámide
y no paró hasta tocar la arena del desierto .Al salir se sintió seguro. Nunca logró saber
quien le habló aquel día en la pirámide .Si el dios Ramsés hace siglos que murió ¿O no?
 
Redactado por Carlos de L'Hôtellerie de Fallois Torres