miércoles, 28 de abril de 2010

¡Beatriz tiene amigos!

Érase una vez en un pequeño pueblo a las orillas del mar Mediterráneo, una niña. Una niña bajita, pero muy guapa, con el pelo negro y largo. Esta niña vivía en una casita en el centro de este pueblo con su madre y su padre.

El último día de clase salió del colegio, estaba en 6º de primaria, y en la puerta estaba su madre esperándola:

-¿Cómo ha ido el último día de colegio?

-Mama, ha ido mal, fatal.

-¿Por qué?

-Porque en educación física hemos jugado hoy al baloncesto y nunca me cogen la primera para hacer los equipos, siempre soy la última. Claro, tienen envidia porque como yo juego mejor que ellos.

-¿Y eso porque? ¿No habrás sido una cerrada con tus compañeros, no?

-Que va, si yo soy muy simpática, la culpa es de ellos que son muy tontos. Y yo creo que no me cogen por que soy muy bajita.

-¡Vamos a casa, anda!

De vuelta a casa su madre veía como los demás niños no la saludaban, ni quedaban con ella para jugar. Ella sabía que su hija estaba mal, que no tenía amigos. No quería salir ni a la calle y se sentía muy sola. Pero su madre tuvo una idea, una gran idea. Habló con su marido de  esta situación.

-Beatriz, (que así se llamaba la niña) no tiene amigas ese es su gran problema, por eso no se integra en el colegio. Me lo ha dicho su profesora. Y lo que dice ella que no la aceptan en el grupo porque es bajita y que tienen envidia, eso no es verdad.

-¿Y que propones para ayudarla?

-Voy a organizar una excursión al campo y que allí nuestra hija conozca mejor a sus compañeros. ¿Que te parece?

-¡Fantástico!

La madre de Bea propuso la excursión, y todos los niños del colegio acudieron.

Una vez en el campo la madre de Beatriz empezó a preguntar a su hija por sus aficiones, también preguntaba a todos los compañeros. Entonces es cuando se da cuenta de que había niños y niñas que le gustaban las mismas cosas que a ella. Sabía que su madre había hecho esto por ella y se lo agradeció.

Todo el día estuvo rodeada de sus nuevos amigos. Y se dijo así misma: Es verdad, mi madre tenia toda la razón yo me cerraba mucho y no quería saber de ninguno de ellos.

Un año después, Bea sale del colegio, está ya en 1º de ESO, su madre espera en la puerta del colegio, como siempre:

-¿Cómo ha ido tu último día de cole?

-¡Bien, muy bien, súper bien! Gracias a ti tengo unos amigos que me quieren, que me quieren como soy, que me cuidan. Gracias por ser la mejor madre del  mundo, porque sin ti yo nunca habría tenido estos amigos. ¿Mama?

-¿Qué cariño?

- Te quiero.