martes, 27 de abril de 2010

"Todos Unidos"

Sara vivía con sus padres, su hermano Alex y su perra Tara en un pequeño piso en el centro de la capital de Málaga. Era una vivienda muy cómoda para tener una vida llena de alegría, felicidad y estabilidad.

Formaban una familia muy generosa, compartían todo lo que tenían con los demás y daban todo sin pedir nada a cambio.

Sara, era una adolescente que estudiaba 3º ESO, iba al colegio por la mañana, y por las tardes entrenaba al baloncesto, deporte preferido y en el cual había ganado ya dos trofeos, y ayudaba a su madre a organizar la fiesta de "Todos Unidos"

Alex, su hermano, era ya mayor de edad y trabajaba como ayudante de su padre en una empresa familiar.

Su padre, era dueño de esta empresa junto a otro amigo.

Su madre, era ama de casa. Por las mañana se dedicaba a las tareas de la casa y procuraba que no le faltase nada a su familia.

Aunque ellos vivían en pleno centro de la ciudad, sabía que aunque pareciese mentira allí había gente pasándolo muy mal y sin nada que comer.

De eso se encargaba esta peculiar familia. De ayudar.

Como ya he dicho antes, estaban organizando, junto a otras familias de la zona, una fiesta benéfica que se llamaría "Todos Unidos"

Toda la recaudación sería para aportar a esas familiar que lo pasan mal una pequeña ayuda para que sus vidas fueran un poco más alegres y que supiesen lo que es estar rodeado de personas que lo quieren.

¡Fue una gran fiesta! Estaba todo el mundo invitado, tanto niños, padres, abuelos, ricos, pobres…

Había zonas recreativas para los niños, música para los adolescentes, bancos y sillas por todas partes, una pista de baile, y todo lo necesario para que fuese el mejor día de la vida d mucha gente.

Nadie tenía en cuenta lo que eran, los ricos estaban extraordinariamente a gusto con los pobres, los niños jugaban tranquilamente todos con todos y no hubo ni una más mínima queja de nada.

Al día siguiente, todos los vecinos del centro hablaban y hablaban sin parar de como esta familia pudo cambiarles la vida.

Les abrieron los ojos a cada una de las personas que asistieron y les hicieron ver que no somos lo que tenemos, ni lo que aparentamos, ni lo que creen que somos, somos como somos en nuestro interior y no nos tiene que importar lo que piensen los demás.

Tenemos que saber actuar por sí solos e intentar ponernos en el lugar de los demás, hacer lo posible para que todos seamos felices y podamos vivir y contar con un montón de amigos que nos quieren y que están a nuestro alrededor.


Nieves Arriola Infante 3ºD